La provincia de Río Negro ha experimentado un crecimiento exponencial en la producción de maíz en los últimos cinco años, multiplicando por cinco la superficie sembrada para forraje. Este cultivo se ha convertido en un elemento estratégico para el desarrollo de la ganadería en la región, permitiendo a los productores locales reducir costos y asegurar un abastecimiento estable y de alta calidad.

Un Impacto Profundo en el Sistema Productivo
El maíz ha generado un impacto profundo en el sistema productivo y el entramado social de la Patagonia, impulsando un cambio clave de una matriz agrícola dominada por la fruticultura a un modelo más diversificado e integrado con la ganadería. Según Lucio Reinoso, secretario de agricultura de Río Negro, «el maíz se ha convertido en un cultivo clave para la producción de grano y silo, fundamental para la alimentación de ganado bovino y porcino».
Desafíos Superados
La consolidación del maíz en la región no fue un proceso fácil. Los productores y técnicos tuvieron que superar importantes barreras, como la infraestructura de riego, la adaptación genética y la logística. Sin embargo, gracias a la colaboración entre productores, semilleros y instituciones como el INTA y la Universidad Nacional de Río Negro, se lograron desarrollar variedades de ciclos cortos que pudieran evitar las heladas y se optimizó el uso del agua.

Tecnología y Innovación
La producción de maíz en Río Negro se ha beneficiado de la adopción de tecnologías de vanguardia, como sistemas de riego presurizado y genética de alto rendimiento adaptada a la zona. Esto ha permitido lograr rendimientos excepcionales y reducir costos.
Un Polo Emergente de Producción Maicera
La región se erige como un polo emergente de la producción maicera en la Argentina, con una producción de alta calidad y rendimiento. La expansión de la producción de maíz está estrechamente ligada al crecimiento de la ganadería en la región, y se estima que el 95% de la producción rionegrina se utiliza para la alimentación animal.
Un Futuro Prometedor
El crecimiento de la producción de maíz en Río Negro es un ejemplo de cómo la innovación y la tecnología pueden impulsar el desarrollo económico y social de una región. Con proyectos para duplicar la superficie irrigada en los próximos cinco años, la provincia se posiciona como un líder en la producción agrícola nacional e internacional.






